lunes, 30 de mayo de 2011

Capitulo 49


Demetrio llega con Pierre a la ciudad. Tyler está retenido en los sótanos de un edificio muy lujoso. Pierre se abraza a él, los dos lloran.
--¿¿qué te hicieron?
--¿¿qué es lo que está pasando?¿¿qué quiere esta gente? –solloza Tyler.
Pierre abraza a su amigo con mucho cariño:
--ya no te harán más daño. No te preocupes –dice mirando con desprecio a Demetrio.
A Demetrio no le gusta nada ver a los dos chicos tan juntos. Agarra a Pierre para separarlo de su amigo.
--¡que corra el aire¡
Pierre se enfrenta a su padre.
--¡quiero que lo libere, ahora¡ ¡¡yo ocupo su lugar¡ ¡¡haré lo que usted diga¡
A Demetrio le gusta haber logrado domar a su hijo. Le gusta que se le haya resistido.
--sin dudas es mi hijo –dice para sí—un verdadero De La Colina—Me dará buenos nietos.
--haremos las cosas a mi modo o tu amiguita sufrirá mucho y también tu noviecita –le advierte Demetrio.
--¡no te metas con ella¡ --Pierre furioso.
Demetrio se ríe y se toca el bolsillo donde tiene el celular.
--¿¿quieres que toda la prensa te vea chingar?
Pierre está lleno de rabia.
--¿¿porqué me hace esto?
--porque quiero que seas bien macho. Te quedarás encerrado con tu amiguita para que veas que no soy tan malo pero tenéis vigilancia, si tu amiga se pasa de la ralla la mato.
Demetrio se va dejando a Pierre encerrado con Tyler. Pierre golpea la puerta.
--¡mi familia preguntará por mi¡
--¡tranquilo, tengo tu celular, yo me encargo de tu mamá¡
Pierre no puede más. Cae en la puerta, al piso. Llora amargamente. Tyler lo mira sin saber qué hacer. Está muy lastimado por la golpiza que le han dado.









Justo un día después, Rubén ha quedado con Jose en las afueras del pueblo. No quiere que nadie lo ve. Jose está nervioso porque sabe que tiene los resultados de los análisis que le han hecho a su hijo pero no puede evitar ponerse cachondo al ver venir hacia él a Rubén. Es que ese bulto que se le hace en la entrepierna es impresionante.
--¡Es algo descomunal, que suerte tiene la vieja de su esposa¡ --piensa que sí.
Rubén se muestra cordial con Jose, le da un abrazo. Se muestra cariñoso pero se nota triste.
--son malas noticias ¿no?
Justo tiene Sida. Jose se pone a llorar.
--¿se va a morir?
Rubén le pone las manos en las mejillas a Jose.
--Tendrá que tomar un cóctel de pastillas pero va a vivir. Será como si tuviera una enfermedad crónica. Hay que vigilar que se las tome todos los días y que se cuide, que no tenga relaciones sin preservativo.
Pero esto último no les preocupa demasiado ya que dada la depresión que tiene Justo está descartado.
--¡pero Justo no quiere saber del tema¡ ¿¿cómo haremos?
--yo he pensando en triturárselas con la comida¡
A los dos les parece una idea brillante. Rubén le entrega a Jose las pastillas que tiene tomar Justo.
--luego quede con el doctor, él le dará lo que necesita.
--Ahora no te lo puedo pagar, sé que estos tratamientos son carísimos, hipotecaré la hacienda y…
Rubén no lo deja seguir.
--No haga esto por favor. Para mi es un honor pagar el tratamiento, mi mujer tiene mucho dinero. Siempre se queja que no me lo gasto ¿¿y qué mejor manera?
--pero me corresponde a mi.
--Usted no tiene liquidez y yo sí. Se lo prometí a mi hermano. Además ya he quedado con el doctor. Le mandaré un cheque todos los meses para que usted no tenga problemas en recibir el tratamiento. De hecho ya incluso hablé con el banco, le ingresarán el dinero en la cuenta del doctor todos los meses automáticamente así que ya no se puede hacer nada.
Rubén sonríe con cara de bueno. Jose sonríe agradecido y excitado.
--No sé como agradecerte, como pagar todo lo que estás haciendo.
Rubén le agarra el brazo con cariño.
--Con que Justo esté bien me basta.
Rubén se despide de Jose de una manera muy cordial. Jose suspira.
--guapo y simpático –dice para sí.
Después de lo bien que se ha portado con su hijo hasta le sabe mal sentir deseo, mirarle el culo pero es que está demasiado bueno como para no hacerlo. Rubén lleva unos jeans grises. Amplios. No se le remarca tanto el culo pero sí se le ve un buen culo, se le hace un vacío en la parte de abajo que crea unas arrugas muy sexys. Jose está bien cachondo.
--¡que bueno está el condenao¡ --dice.
Cada uno se va por su lado. Rubén está tranquilo. Al fin ha cumplido la voluntad de su hermano. Siente que ahora puede tener la paz. De pronto Thiago se para delante del camino. Tiene que frenar de golpe para no atropellarlo.
--¡baja¡ --dice Thiago dando puñetazos al auto.
Rubén baja alterado:
--¿¿se puede saber qué te pasa? ¡¡casi te mato¡
Los ojos de Thiago van directos al gran bulto genital de Rubén. A Rubén le duele sentir el fuerte deseo de su hermano. Se queda detrás de la puerta del auto para protegerse de esa mirada encendida. Le habla con cariño.
--¿¿qué necesitas?
--¿¿Dónde está Pierre?¡
--No lo sé, se ha ido sin decir nada.
Thiago está muy enojado, dolido. Siente que Rubén no quiere nada con él y que por su culpa se ha quedado con las ganas de acostarse con un chico guapísimo.
--¡Estaba naciendo algo entre nosotros, ¿¿porque lo estropeaste?
Rubén se acerca a él. Le lastima la mirada de deseo de su hermano, un deseo que también es rencor pero quiere acariciarlo. Hacerle sentir su cariño de hermano.
--Pierre no es gay.
Thiago se lanza sobre Rubén para tratar de besarlo y Rubén lo rechaza.
--Esto no, por favor—le suplica—quiero que me veas como un hermano.
Thiago responde con violencia.
--¿¿y porqué no dejaste que Pierre se acostara conmigo?
--¡Es que no iba a pasar eso¡ ¡estás equivocado¡ --alterado pero con afecto.
--¡te odio, esto no te lo voy a perdonar nunca¡
Rubén no soporta que su hermano lo odie. Lo agarra del brazo.
--hablemos, no quiero que me odies.
--¡pues ayúdame¡ --dice sediento.
Rubén se muestra afectuoso:
--¿qué necesitas?
--¡que Pierre vuelva¡
--No sé donde está.
--Pues espero que Pierre vuelva… me debe un polvo y si no me lo tendrás que dar tú, tú me tendrás que estrenar…
Rubén no soporta que su hermano le hable así pero procura no perder los nervios.
--no soy gay… Lo sabes.
--¡pues con Justo no se veía¡ ya lo sabes, quiero que vuelva Pierre o tú y yo chingamos quieras o no¡
Thiago lo ama y lo odia, además le gusta de su frustración porque tiene demasiadas ganas de sexo. Se va furioso. Rubén está desesperado. Golpea su auto con rabia. Sus ojos se llenan de lágrimas. Ha solucionado el problema con Justo pero este no es menos importante y no sabe cómo solucionarlo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario