lunes, 30 de mayo de 2011

Capitulo 41








Denise en brazos de Mac. Están los dos muy felices, desnudos junto a su ropa después de haber hecho el amor. Ella sabe que ya debe irse para evitar hablar con Mac pero cada vez le es más difícil alejarse de ese hombre.
--esto es la gloria –dice él.
Ella no contesta nada, suspira. No se miran a los ojos. Ella está entre las piernas de él que la acaricia con mucho amor.
--lástima que nos tenemos que conformar con tan poco.
Ella lo mira, lo acaricia:
--no vuelvas con lo mismo.
Él la besa. Se muestra como un hombre enamorado y desesperado.
--Un nombre, un nombre con el que llamarte.
--Mi amor está bien.
Mac sonríe resignado.
--pues ni modo.
Ella le pone las manos en las mejillas:
--No te parece hermoso que nos amemos tanto que no importe el resto, somos tú y yo, los dos desnudos sin nombres, sin bienes, sólo con amor.
Mac suspira enamorado:
--pero es que a mí me gustaría estar siempre así contigo, toda la vida.
Denise lo acaricia. A ella también.
--ojalá siempre lo sientas así, ojalá no seas tú quien no quieras verme.
Y lo dice con angustia. Todos los De la Colina con los que se ha acostado han sido sexo, a ninguno le ha dolido perderlo pero con Mac sería diferente. A Mac le emociona las palabras de la mujer. La acaricia.
--confía en mi, no te fallaré. Esto será para toda la vida. No me importa cómo te llames, sólo que me amas.
Ella se aferra a él. Nunca había sido verdaderamente feliz hasta que ese guapo llegó a su vida. Quiere quedarse ahí, sentirlo siempre así. Se quedan los dos desnudos en el río. Abrazados, en silencio, sólo disfrutando de lo que sienten el uno por el otro.
--ya me tengo que ir.
Mac no dice nada, lo acepta resignado.
--yo me quedo un rato más.
Mac se queda desnudo, estirado sobre la hierba. Con sus manos bajo la cabeza haciéndola de almohada. Es un hombre guapísimo y la visión es impresionante. Denise tiene que hacer un esfuerzo para no volver a caer. Se va sin mirar atrás. Se va muy contento. Nunca se había sentido tan feliz.

Llega a su casa con una sonrisa que se le borra al ver la “pobreza” (comparado con la riqueza de sus vecinos) en la que vive. Ese esposo que es un hermano. Denise ha llegado a casa sin el niño.
--¿y Danielito? –pregunta Jose
Se había olvidado de él. Denise no quiere que sepan que se ha dejado olvidado a su hijo por acostarse con Mac. En seguida se le ocurre la excusa.
--en la iglesia, con el padre… Va a hacer la comunión.
Jose no dice nada, Victoria, que salía de la cocina, se pone contenta.
--¡que bien mamá, menos mal¡
--Ve a buscarlo y te pones de acuerdo con el padre con lo que haya que hacer.
Victoria se va corriendo.

Justo baja molesto. Se ha vestido. Lleva una bolsa en la mano y la otra vendada. Se ha enojado porque su padre le trae al médico. Le dice a la madre reprochando a su padre:
--papá, dile a mamá que crees que soy gay y que tengo sida…
--pero ¿¿qué demonios dice?
--¡eso díselo a él¡ ¡me ha traído un médico porque dice que tengo sida¡
Denise está furiosa. Thiago se queda arriba de la escalera, no sabe si debe defender a su padre para ayudar a su hermano. Justo sabe que su madre va a preferir que se muera antes de enfrentar la verdad.
--¡dile a papá que no siga diciendo que tengo sida, se empeña en que vea a un médico¡
Denise se enfrenta a su marido.
--¡mi hijo no es un enfermo¡ ¡¡no quiero que lo vuelvas a molestar¡
--puede tener… --trata de decir Jose.
Denise lo bofetea.
--si lo cuentas te largas…
Jose mira a su hijo Justo con tristeza. Le duele que se haya puesto en su contra. Justo lo mira desafiante. Thiago está bajando. Justo lo amenaza con la mirada, le está advirtiendo que no diga nada. Entonces Thiago baja la cabeza. No se atreve a enfrentarse a su padre y a su hermano.



Jose desde el auto llama a Rubén.
--Me gustaría comentarte una cosa.
--si claro, mejor que no sea en el pueblo.
--Yo estoy saliendo, si quieres nos vemos en el camino.
--si claro.
Rubén intercepta el auto de Jose. Se baja del auto. Jose está muy preocupado por su hijo pero ver a Rubén lo deslumbra. Es que el chico es guapísimo. Lleva unos jeans y se le hace un bultazo impresionante. Jose está sentado en el auto, Rubén de pie a su lado. Jose no es capaz de moverse de lo mucho que le excita la gran parte central del joven de la Colina. Jose le cuenta lo que ha pasado con su esposa, el rechazo de Justo al ver al doctor.
--No sé qué podemos hacer…
Rubén está muy preocupado. Se muestra amable con el hombre. Le pone la mano en el hombro, Jose se derrite. Le gusta poder contar con él como aliado para ayudar a Justo. Rubén no piensa dejar las cosas así…
--algo se me ocurrirá, yo le aviso.
La pelota está ahora en el tejado de Rubén y eso relaja a Jose. Mira la parte central del chico.
--¡que huevazos¡¡ --piensa—Es que es algo descomunal. Y eso que ni su padre ni su abuelo estaban muy bien dotado pero él y Mac se ven que se ve.
Rubén no imagina el deseo que está despertando en ese hombre.
--muchas gracias por todo. Le prometí a mi hermano que ayudaría a Justo y sólo no puedo hacerlo.
Rubén se siente algo incómodo con ese hombre. Es un cornudo y él ha participado en ello. Le da pena el hombre pero ayudar a Justo es lo que más le importa. Jose ya no lo está escuchando. Lo mira a los ojos, es tan guapo. Le mira más abajo.
--¿Danielito será su hijo? –va pensando-- también… que huevos venir a hablar conmigo si se ha tirado a mi mujer, si la preñó,.. Preñarla no sé pero que se la tiró, se la tiró.
Mirando a Rubén, a sus huevos piensa:
--tal vez de ahí salió Danielito…
Rubén se despide de Jose muy amable. Jose lo ve irse. Está cachondo. Se toca el pantalón. Ve irse a Rubén y no puede más. Se masturba pensando en los genitales de Rubén, en su culo. En lo bueno que está.





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