Capitulo 2

Justo está triste, agacha la cabeza. Es demasiado el dolor que siente. No se atreve a decir nada. Rubén se enfrenta a su padre.
--¡Mi hermano ama a este hombre y yo quiero que esté con él¡ ¡¡si lo prefieres salgo a la calle y grito que no quieres cumplir la última voluntad de tu hijo¡
El escándalo es lo que más teme Demetrio.
--¡pero que no se entere mi padre que éste está aquí y que se vaya cuando lo haya visto¡
A Justo le duele mucho el odio de Demetrio. No entiende bien porque siempre sus familias se han odiado a muerte. ¿Sólo por el río? Está seguro que hay algo más pero tampoco se atreve a preguntar. Ahora no es el momento. Rubén es muy cariñoso con Justo. Lo abraza por los hombros. Justo no se atreve a moverse.
--ven, vamos… Mi hermano te está esperando.
Justo está temblando. Nunca pensó estar en esa casa y menos en esas circunstancias. Lo único que le anima es que Rubén se muestra muy cariñoso con él.
--perdona lo que te dijo mi padre.
Justo siente mucha vergüenza. Tampoco quiere acusar a Joaquín pero él dice:
--Joaquín ha sido el primer hombre en mi vida, yo sólo había estado con mujeres. Tenía novia, me iba a casar.
--Si lo recuerdo Silvia ¿no?
Van hablando mientras se acercan a la habitación. Justo asiente con la cabeza.
--¿y qué pasó? ¿cómo un chico hetero se convierte en gay?
Justo encoje los hombros.
--No sé… el amor o tal vez siempre fui gay y tuvo que venir tu hermano para que yo me diera cuenta…
Rubén fuerza una sonrisa aunque es muy profundo su dolor. Se paran frente a la puerta. Rubén le pone la mano en los hombros.
--Es duro, mi hermano está muy mal. Tienes que ser fuerte, no quiero que lo angusties. Lo que quiero es que trates de animarlo. Está viviendo sus últimos días y quiero que sean felices.
--te lo prometo.
Pero antes de entrar se permite el lujo de llorar. Rubén llora con él. Se funden en un cariñoso y fraternal abrazo. Rubén es el primero en entrar mientras Justo seca sus lágrimas. Rubén, aunque está deshecho por dentro, se muestra sonriente ante su hermano. Entra, se acerca a él.
--te traigo una sorpresa.
Detrás de él aparece Justo. Tímido, dolido. Triste. Para Justo es todo un impacto ver a Joaquín al borde de la muerte, hasta ahora tenía la esperanza que todo fueran habladurías. Ahora se da cuenta que no, que Joaquín va a morir, que el sida está acabando con él. Joaquín extiende su mano con debilidad.
--ven, mi amor…
Justo se queda paralizado por unos segundos. Joaquín estaba tan lleno de vida, era tan seductor. No puede creer lo que la enfermedad está haciendo con él. Recuerda cómo lo sedujo, lo enamoró su descaro.
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-- yo nunca estuve con un hombre.
--Te gustará.
Se besaron.
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A Justo le tiembla todo al recordar ese primer beso. Empezó como un juego pero se amaron de verdad. Justo recuerda sus besos, sus caricias, las veces que se amaron en el río de Aguas de Fuego... Joaquín por un momento tiene miedo que Justo lo odie, que no lo vaya perdonar.
--mi amor, sé que no debí ocultarte que tenía sida, menos hacerlo sin condón pero…
Las lágrimas de Joaquín lo conmueve. Lo besa.
--No digas nada… te amo…
--Me amas pese a esto… ?
--te amo…
Justo lo besa. Joaquín responde débilmente. Rubén los deja solos. Joaquín está muy atormentando.
--no me amarías si supieras todo lo que hice.
Justo quiere calmarlo.
--piensa en cosas bonitas, en todo lo que vivimos…
Cierran los ojos y viajan al pasado…

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Justo y Joaquín se conocen desde niños. Es pueblo es pequeño pero saben que no pueden acercarse el uno al otro. Aunque todo empezó para lastimarlo, Joaquín estaba enfadado con la vida. Tenía sida y Justo era el hijo de los enemigos de su padre. Él era aparentemente hetero, con planes de boda. El heredero de los Montesinos. Enamorarlo era un reto y la mejor de las venganzas pero Joaquín tampoco podía negarse así mismo que Justo es guapísimo y que la fuerte atracción que sentía hacía él era fuerte. Coinciden mucho en el único bar del pueblo. Joaquín necesitaba desquitarse con alguien por lo que le estaba pasando y además quedó hechizado por el culo de Justo.
--¡cómo me gusta este culo¡ --se dijo.
Justo es muy guapo, se había rapado el pelo y esos jeans tan apretado le dibujaban un culo espléndido. Justo va al lavabo y Joaquín lo siguió sin dudarlo.
--A ver qué tal verga tiene el Montesinos este –dice para sí con una sonrisa pícara.
Joaquín fue detrás de ese trasero con un único objetivo: ¡chingárselo¡ A Joaquín le encanta las arruguitas que se le hacen a Justo en el trasero. Lleva unos jeans claros. Muy apretados. El culo le queda colgando, como si estuviera desnudo. Bien diferenciado de sus piernas. Joaquín lo mira maravillado. Justo se encierra en el wáter. Siente el deseo de Joaquín y eso es algo que le pone nervioso. A Joaquín le frustra porque le hubiera gustado ver que tal lo que le cuelga entre las piernas pero le pone cachondo escuchar como hace pis muy fuerte. A Justo le incomoda la mirada de Joaquín. Se lavan las manos juntos. El uno al lado del otro. Justo procura ignorar a Joaquín pero éste se muestra descarado, seductor. No disimula la fuerte atracción sexual que siente hacia ese chico.
--¿qué pasa que la tienes tan pequeña que no quieres que te la vea y te escondes para mear?
Justo se muestra incómodo. El rechazo del chico aumenta el odio de Joaquín y también su deseo.
--Ante ti si… todo el mundo sabe que eres gay –Justo brusco.
--todo el que dice que no es gay es porque no lo ha probado –Joaquín seductor.
--voy a casarme… --dice Justo acercándose a la puerta.
Joaquín se le adelanta para que no pueda irse. Se pone ante la puerta.
--¿y no quieres que yo te haga tu despedida de soltero? --pícaro.
Justo traga saliva. El descaro del chico le parece seductor, le despierta unos sentimientos que nunca su novia le ha hecho sentir. Pone con disimulo sus manos delante del pantalón para que no se le note. No entiende lo que le ha pasado ya que nunca sintió especial inclinación sexual hacia los chicos. No entiende como ese chico que es menor que él le hace sentir de ese manera. Joaquín sonríe pícaro y esa sonrisa derrite a Justo.
--No me gustan estas bromas –le dijo.
Joaquín está contento. Se da cuenta que conquistar a Justo iba a ser más fácil de lo que pensó.
--Este tiene de hetero lo que yo –dice con orgullo.

Para Justo comienzan días de angustia ya que no se sacó a Joaquín de la cabeza y en la cama era incapaz de hacer el amor con su novia. Se levanta desnudo sofocado.
--lo siento… No sé que me pasa…
Él se sienta desnudo en la cama con los pies en el suelo. Ella lo abraza. Se muestra comprensiva.
--siempre hay una primera vez para todo.
Él se levanta, se pone los bóxers. Algo dentro de él ha cambiado, está seguro que nunca más podrá acostarse con una hembra. Con su novia no pudo.
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