lunes, 30 de mayo de 2011

Capítulo 65



Pierre y Tyler salen a la calle. No lo pueden creer. Tienen sus tarjetas, sus celulares. Son libres. Tardan unos segundos en reaccionar. Ya hace demasiados días que el aire no tocaba su rostro. Luego empiezan a saltar. Están contentos pese a la tristeza que hay en los ojos de ambos, sobre todo en los de Pierre. Aunque Demetrio considera que Pierre ha estado en un paraíso para Pierre ha sido humillante la manera en la que ha sido tratado. Lo que quiere es volver a Europa, olvidar todo lo que ha pasado. Hacer como si nunca existió. Tiene en su celular llamadas de su novia y eso le emociona. Se rompe al escuchar su voz.
--Mañana estoy contigo.
Tyler se mantiene al margen. No sabe qué hacer. Escuchar la voz de su amada es un bálsamo para Pierre. Abraza a Tyler que llora y una vez más le pide perdón.
--todo es mi culpa.
Pierre lo trata con el cariño de un hermano.
--ya olvida de todo. Volvamos a casa.
--No, yo no voy a volver.
Tyler ha decidido desaparecer.
--No puedo mirarte a la cara.
Pierre sabe que no podría vivir con su amigo como antes.
--¿Dónde vas a ir?
--No lo sé pero donde ese loco no pueda encontrarme.
Ahora es Pierre el que se siente culpable.
--Siento mucho lo que te ha hecho pasar pero nunca más te hará daño. Tiene lo que quiere.
--el precio es muy alto ¿¿qué pensará tu chica cuando sepa que vas a ser papá?
Pierre es muy frío en ese tema:
--Ella nunca lo sabrá, puse mi esperma. Nada más.
--¡todo por mi culpa¡ --Tyler con rabia.
--La culpa es mía, ese loco es mi padre. No tenías que pasar por ese infierno. No te podía dejar solo.
--me lo merecía.
Pierre de nuevo lo abraza.
--vamos a olvidarlo. Ha sido una pesadilla que debemos borrar de nuestras mentes.
Se meten en un taxi abrazados por los hombros.
--espero que algún día me llames.
--claro que sí –Tyler.
Tyler sabe que las cosas nunca podrán volver a ser como antes con su amado pero está contento de ver que no lo odia, que su amistad no se ha roto.

Silvia no tarda en llegar. Demetrio está saliendo. Ella tiene la felicidad escrita en su rostro pero se le borra cuando se entera que Pierre se fue.
--¿y lo que usted quería?
Silvia se da cuenta que Pierre no va a tener un hijo sólo con ella.
--¡ha dejado preñada a dos putas¡ ¡¡hay que celebrarlo¡ --Demetrio.
Y Demetrio quiere acostarse con Silvia para celebrarlo pero la joven está muy triste.
--¿y dónde está él?
--Pues supongo que vuelve a Europa. No creo que vuelva a verlo.
--¡pero no se puede ir, ¿y esos niños?
--Él no quiere saber nada, las madres me los vendieron. Yo me haré cargo.
Silvia no quiere renunciar a su hijo, le parece inmoral que Pierre se desentienda de sus hijos y que Demetrio los compre.
--entonces tampoco me volverá a ver a mí.
Silvia llora en su auto pero lleva dentro de ella la semilla de Pierre aunque nadie lo sepa. Eso la llena de dicha. Se irá de la ciudad para que nunca nadie sepa que lleva un hijo de Pierre en su vientre. Si éste no quiere saber de sus otros hijos pues ella no quiere que rechace también el suyo.


En el DF, Rubén está con su esposa y Esther en una clínica. Ya les han hechos pruebas tanto a Rubén como a Esther. Constitución se mantiene al margen. Esther está feliz y se preparada para ser inseminada. Ya se les ha hecho las pruebas pertinentes y tanto ella como Rubén son fértiles. El primer intento puede fallar pero Rubén está ilusionado, la idea que pronto vaya a ser papá le hace feliz igual cuando llegan a la casa no puede celebrarlo como Constitución quiere.
--¡por favor, me han sacado la leche de una forma muy molesta¡ ¡¡ahora no podría¡
--como siempre –dice ella frustrado.
Constitución deja solo a su esposo. Rubén cae en la cama, se hunde. No tiene motivos para vivir, espera que pronto la llegada de su hijo sea una realidad y tenga algo a lo que aferrarse. Sus ojos están tristes. Llora. Esther, mientras, no puede creer que dentro de poco el hijo de su amado esté dentro de ella. Constitución llega en la madrugada. Esther la ve bajar del auto de un joven. Ella llega muy tomada. Esther se enfrenta a su madre.
--¡Rubén ha preguntado por ti durante todo el día¡ ¡¡está enfermo¡
Constitución casi no se tiende en pie.
--ya estás tú para cuidarlo. Él no me puede dar lo que necesito.
--¿¿quién era ese joven?¿¿te has acostado con él?
--No te metas en mi vida.
A Esther le duele mucho que su madre le sea infiel a Rubén cuando él lo está pasando mal. Le duele que sólo quiera a un esposo como un jarrón bonito que se si rompe lo puede tirar.
--¿y para qué demonios hacemos la inseminación?
Constitución no contesta. Ni ella misma lo sabe y Esther tampoco insiste. Le parece un error porque su madre no ama a Rubén pero llevar en su vientre al hijo de Rubén será la mayor felicidad que Esther pueda tener en la vida y no quiere que pase nada que frustre sus planes.

Mientras, Victoria y Sergio están llegando a la haciendo. Van en la moto. Él muy abrazado a ella. A los dos les gustaría acabar en el río haciendo el amor pero es demasiado pronto. Victoria no sabe lo que le está pasando y Sergio sabe que no puede enamorarse de la esposa de su hermano. Ella sonríe mientras lo besa. A él se le escapa una lágrima. Ella lo acaricia.
--Esto es una locura, no podemos seguir viéndonos.
Victoria lo abraza desesperada.
--¡no, no me puedes hacer esto¡
Sergio se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡estás casada¡¡ ¿¡sabes lo que me haría don Demetrio si se entera? ¡y a ti¡ ¡¡es una locura¡ ¡Además no entiende lo que haces conmigo… te acuestas con tu marido y te besas conmigo¡
Victoria llora. Él es muy dulce con ella.
--Es mejor separarnos antes que nos hagamos más daño.
Ella le suplica que no la deje.
--¡nos vemos mañana donde siempre¡
Sergio se va muy triste. Sabe que no debería ir a la cita. Victoria llega destruida a la casa y lo peor es que Mac la espera para que le cumpla y no acepta un no. Ella llora y a él le da igual. Cumple con sus deberes conyugales y luego se va.



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