lunes, 3 de octubre de 2011

Capitulo 90 (y último)


Mac llega a la Poderosa. Se encuentra con Sergio y Victoria que están juntos con el bebé. Victoria se asusta, Sergio se pone en frente de ellos para protegerlos. Se enfrenta a Mac.
--¿¿qué haces aquí?¡¡ qué quieres?
Mac lo mira con rabia pero ya no le importa nada. Siempre ha sentido que Sergio le había robado todo y ahora se da cuenta que no necesita eso para ser feliz. Lleva una carpeta con documentación en la mano.
--Aquí vive mi padre y tú sólo eres un empleado así que no te preocupes. Supongo que el abogado de Mi –y remarca de lo mi—padre ya te habrá dicho que la demanda de divorcio está ya presentada así que a mí me da igual lo que hagan ustedes.
Mac pasa a la casa. No le importa lo que está dejando atrás. Sergio y Victoria se abrazan, miran amorosamente a su hijo. A los dos les pone nerviosos la presencia de Mac en la casa. Mac entra en el despacho de su padre. Se muestra altivo.
--¡toma, ya tienes lo que querías¡
Demetrio toma esa carpeta sorprendido.
--¡¿qué formas de entrar son estas?¡
--Tenía prisa en decir que Aguas de Fuego es tuya.
Demetrio abre los ojos como platos:
--¿Denise va a vender?
--No, ella me cedió la propiedad a mi gratuitamente y yo la he puesto a tu nombre.
Demetrio no da crédito a lo que ve pero la propiedad está ya registrada, está a su nombre. Ríe.
--¡por fin¡ ¡¡esto hay que celebrarlo¡
Quiere brindar con su hijo pero Mac se muestra a la defensiva.
--¡ya tienes lo que querías pero no sé si tendrás hijos para celebrarlo¡
Demetrio ofrece una copa a Mac pero éste se niega. Demetrio siente mucho orgullo de su hijo:
--¿¿y cómo lograste que esa golfa te diera todo lo que tiene?
Mac pone otro documento en manos de su padre renunciando a la herencia de éste.
--Desde hoy puedes olvidarte que existo. Tienes Aguas de Fuego gracias a mi pero yo ya no soy tu heredero. No quiero nada de ti, disfruta de tu nieto negro.
Demetrio rompe la renuncia de su hijo:
--¡no la acepto, ¿¿qué te has creído?¡
Mac siempre ha buscado impresionar a su padre pero ahora se da cuenta que en realidad nunca tuvo familia y que debe pensar sólo en él.
--Es sólo una copia, el original está en la notaria. Voy a casarme con Denise.
--¡¡nunca, te lo prohíbo¡ ¡¡Si lo haces te desheredo¡
Mac se le ríe:
--¡acabo de renunciar a todo¡
Mac va a irse pero Demetrio le agarra del brazo, está furioso.
--¡te prohíbo que estés con Denise¡ ¡¡Es una puta, se ha acostado con todo el mundo¡
Mac da un pequeño empujón a su padre.
--No te voy a pedir que respectes a la mujer que amo porque tú no sabes lo que es el respecto. Sí, sé que ha tenido un hijo con el abuelo, contigo, con Cruz, que se acostó con Rubén. Yo voy a adoptar a Danielito, finalmente tu nieto mayor sí será mi hijo.
María Piedad quiere saber lo que está pasando y está escuchando tras la puerta. Está con las bebitas. Las mece para que no lloren.
--¡Esa mujer es un tronco seco, tú necesitas una mujer que te pueda dar un hijo¡ ¡¡con ella nunca serás padre de verdad¡ --Demetrio.
--sí, fue una pena que nuestro hijo se malograra y encima que no pudiera tener hijos pero así pasaron las cosas –Mac triste.
Demetrio quiere herir a su hijo, que sepa de lo que es capaz si lo desafía.
--Yo ayudé.
Mac se lanza contra su padre con odio, está horrorizado.
--¡¿tú mataste a mi hijo?¡
--¡claro que no, eso fue natural pero sí hice que la vaciaran, así me aseguraré que nunca más pudiera atrapar a un imbécil como tú¡
Mac da un puñetazo a su padre, lloroso le dice:
--Has matado mi posibilidad de ser padre pero nunca matarás el amor que siento por ella… Estás muerto para mi papá.
María Piedad lo ha oído todo y calla. Sube a su cuarto horrorizada. Deja a las pequeñas en la cuna y llora. Ya conoce todos los bastardos de su marido pero ella no lo sabe, le angustia pensar qué más sorpresas le esperan por descubrir y no se atrever a decir nada.


Mac llora, siente mucho dolor, mucha bronca pero ahora se ha dado cuenta que Denise lo ama y que puede ser feliz con ella. Denise está en su casa, espera a Mac a la expectativa. Llaman a la puerta pero no es Mac. Es Demetrio, con sus hombres. Demetrio se hace cargo de su propiedad y echa a la mujer y a su hijo de la casa. Denise se va vencida. En una sola maleta lleva todas sus pertenencias. Demetrio se siente un vencedor. Por respecto al pequeño, que es su nieto, no ofende a la mujer pero sí se siente feliz de ser el dueño de Aguas de Fuego, de ver como la mujer abandona el pueblo. Denise está triste, está en la calle pero lo que más le duele es haber perdido el amor de Mac, que él la haya traicionado. En esos mismos momentos, Mac habla con Cruz:
--voy a adoptar a tu hijo…
Cruz se pone muy nervioso. Están los dos en la sacristía. Cierra la puerta.
--¡no hables de eso¡ ¡¡te puede oír alguien¡
Mac está muy exaltado y dice:
--Denise me ama y yo la amo a ella, en cuanto tenga el divorcio me caso con ella y adopto a Danielito.
--¡no puedes hacer eso¡ ¡¡Denise sólo quiere el dinero de papá¡
Mac sonríe:
--pues sí es así no me aceptará porque no tengo nada, he renunciado a la herencia de papá y Denise me ha cedido Aguas de Fuego que ahora es de papá… Nos vamos a ir a Europa.
A Cruz le cuesta creer que enserio Denise haya cambiado pero Mac está decidido a luchar por esa mujer. Cruz y Mac se abrazan.
--suerte.
Mac se va muy contento. Cruz desea que su hermano tenga razón y reza por eso. Sabe que es lo mejor para Danielito. Cruz se siente mejor al saber que Danielito estará bien. Mac llega a Aguas de Fuego pero se encuentra con los hombres de su padre. Busca a Denise por todo el pueblo. Va en su jeep, siente que el corazón se le va a salir por la garganta. La ve que está a punto de subir al autocar que la llevará fuera del pueblo. Él la llama con desesperación:
--¡Denise¡
Ella siente que el corazón se le va a salir del pecho. Deja a su hijo en el autocar y baja. Se lleva a Mac a un aparte donde no lo vea su hijo. Luego lo bofetea.
--¡me has traicionado¡ ¡¡¿porqué le has dado Aguas de Fuego a tu padre?¡
Mac acaricia a Denise con mucho cariño.
--Yo también he renunciado a todo. No necesitamos Aguas de Fuego ni La Poderosa. Si me amas me tendrás que aceptar con lo que soy.
Mac abre los brazos para mostrarse tal y como es.
--No tengo nada, soy esto que ves aquí. Yo te amo y si tú me amas y estás dispuesta a vivir con lo que yo pueda ofrecerte de mi trabajo yo estoy dispuesto a casarme contigo, quiero adoptar a Danielito. Tendremos un futuro juntos. Sin dinero pero llenos de amor.
Y Denise no lo duda. Llora de felicidad:
--¡eres justo lo que quiero¡
Mac y Denise se besan frente a la incredulidad de los chismosos del pueblo. Ante el niño son discretos, Mac agarra al pequeño que no sabe bien lo que pasa pero le gusta Mac. Juntos van a buscar las cosas de Mac en la pensión en donde se ha quedado estos días. Se irán a vivir a Europa en donde Mac tiene contactos, amigos. Mac y Denise caminan con el niño agarrado de los dos. Se miran con mucho amor. El amor ganó a la ambición. Denise al fin ha logrado la joya más preciada que tenían los De la Colina: Mac y su amor.


Semanas después,... Rubén y Esther están desnudos en la cama. Él es muy cariñoso:
--creo que me estoy enamorando de ti pero…
Rubén parece un adolescente asustado viviendo su primer amor. Esther le pone la mano en los labios. Lo besa.
--No digas nada, me basta con que me des una oportunidad, que intentemos que esto salga bien ni que sea por las niñas.
Rubén y Esther desnudos, el uno en brazos del otro. Son más sinceros que nunca.
--quiero intentarlo pero por las niñas y por mi porque nunca me he sentido tan feliz que cuando estoy contigo --susurra él dulcemente.
Esther está loca de felicidad. Le parece un sueño todo lo que están viviendo. Se besan ardientemente.

En ese mismo momento, Axel y Justo están desnudos en la ducha. Axel está muy contento.
--¿¿lo dices en serio???¿vas a vivir conmigo?¡
Justo es muy cariñoso con Axel. Su amor no es tan intenso que con Joaquín pero es una luz, una esperanza a la que se quiere aferrar.
--bueno tenemos un negocio juntos y me la paso aquí más que en otro sitio. No puedo vivir toda la vida con Rubén y ya no tengo donde ir.
--sí, mira que tu madre renunciar a todo por amor ¿y no sabes de ella?
Justo mira a Axel. No quiere pensar en el pasado.
--espero que sea tan feliz como tú me estás haciendo a mí.
Axel y Justo se besan. Luego Justo sale todo desnudo de la ducha y Axel lo sigue. Lo van mojando todo. Axel atrapa a Justo. Lo tira en la cama.
--te amo.
Justo acaricia a Axel. Se aferra a él:
--dame tiempo. Tampoco quiero que te ates a una persona con un futuro incierto yo…
Axel no lo deja seguir. Lo calla con un beso.
--Yo te doy tiempo, todo el que quieras y tú no vuelvas con lo mismo. Soy mayorcito para saber lo que hago.
Axel es muy amoroso con Justo y a Justo le gusta, se siente muy bien en sus brazos. Cada vez más. Son muy apasionados, ardientes…




Por su parte, Cruz está visitando a su padre en La Poderosa que ahora es más poderosa que nunca ya que incluye la propiedad Aguas de Fuego. Cruz deja el pueblo.
--¡tú no me puedes hacer esto¡ ¡¡tú no¡ --ordena Demetrio.
Todos sus hijos se están yendo, sólo Sergio está a su lado.
--soy sacerdote. Me han trasladado. Tengo mi propia parroquia.
Esto es algo que hace muy feliz a Cruz pero es una felicidad que no es compartida con su padre.
--¡deja el seminario… serás mi heredero si tienes un hijo¡
Cruz sonríe. No le hace caso a su padre:
--¿no te das cuenta que a ninguno de tus hijos le interesa esto?
A Demetrio le da rabia que Cruz se vaya, que le diga eso. Ahora tiene todas las propiedades que quiso siempre pero no tiene un nieto legítimo que lo suceda. Va tras Cruz para tratar de convencerlo pero Cruz ignora a su padre. Demetrio se da cuenta que María Piedad está hablando telefonicamente con Rubén que le habla de las niñas, de su relación con Esther. Demetrio le quita el teléfono a su esposa:
--¡¡quiero que tengas un hijo con Esther¡ ¡¡espero que estés pensando en preñarla muy pronto¡ ¡¡Tú eres el único que me puede dar un heredero¡
Rubén no hace caso a su padre.
--Tú sabes que a mi no me interesan las tierras. Se me dejas algo a mi lo vendería así que mejor se lo dejas a otro y con cuatro hijas tengo bastante.
--¡¡tú no me puedes fallar hijo¡ ¡¡no puedes¡ --es una orden más que otra cosa.
--papá no pienses en que yo vaya a tener más hijos. De hecho en estos días me hago una vasectomía.
Eso no se lo esperaba Demetrio.
--¡¡no me puedes hacer esto¡ ¡¡te lo prohíbo¡
--papá… no puedes prohibirme nada…
Como el hombre no entra en razón, Rubén le cuelga el teléfono.

Al día siguiente, Justo y Rubén se despiden ya que Justo deja la casa. Rubén está contento que Justo al fin haya encontrado a alguien con el que compartir su vida.
--que sepas que esta siempre será tu casa, que soy tu hermano.
Los dos se quieren mucho. Están emocionados.
--somos hermanos –Justo.
Rubén y Justo son conscientes del parentesco que los une. Son tío y sobrino y se adoran igual. Tienen intención de estar en la vida el uno del otro siempre. No sólo por el negocio que tienen con Axel sino como amigos.

Justo acompaña a Rubén, un par de días después, cuando se hace la vasectomía.
--¿estás seguro de esto? Es tan definitivo.
--Aunque Esther tenga dinero ¡cuatro hijas son bastante¡ No quiero tener más hijos. Además estoy acostumbrado a hacerlo sin condón y no quiero que Esther se tenga que cuidar, así estaré más tranquilo.

María Piedad está siguiendo la operación por teléfono. Es Esther quien le cuenta todo.
--ya acabó, todo salió bien.
--Gracias a Dios, era una operación sin importancia pero es una operación.
Demetrio se acerca a ella.
--¿¿de qué operación hablas?
--De la vasectomía, Rubén se hizo hoy una vasectomía.
Demetrio no lo acepta. Para él es una humillación. Se pone como loco.
--¡¡mira qué hijos me has dado¡ ¡¡uno maricón, otro cura, otro que está con una vieja que no podrá tener hijos y ahora el otro se convierte en mujer¡
María Piedad ya no se calla:
--¡tú tienes otros hijos, Pierre, Sergio y muchas nietas y sobre Mac ¡¡es tu culpa que tu ex amante no le pueda dar a tu hijo descendencia¡
Demetrio iba a golpear a María Piedad.
--¡don Demetrio¡
Es Sergio quien lo detiene. A Demetrio no le gusta ver el desprecio con el que lo mira Sergio que está decepcionado de él. Demetrio entra en su despacho. Empieza a lanzar cosas por los aires. Siente que todos sus hijos le han dado de lado que incluso Sergio se pondrá en su contra. Siente un fuerte dolor en el pecho. Es un infarto fulminante. La muchacha de la limpieza encuentra el cadáver de Demetrio. Grita asustada. María Piedad no quiere verlo. Se siente liberada.
--Ve tú… Era tu padre –le dice a Sergio con cariño.
Sergio agradece el cariño de la mujer. Sergio entra en el despacho de Demetrio y llora ante el cadáver de su padre.

Ha acabado una era, Demetrio deja tras de sí un gran imperio pero no un heredero tal y como él quería. Rubén, Cruz y Sergio presiden muy tristes el funeral de su padre al que asiste todo el pueblo. María Piedad se queda en la casa con las niñas. Se regresa a su pueblo, a la casa en la que nació. La única de sus propiedades que Demetrio no le ha quitado. Adoptará oficialmente a las hijas de Pierre y ellas serán su felicidad. Comienza una nueva etapa para ella. Se despide con amor de sus dos hijos pero también de Sergio. No se queda a la lectura del testamento de su esposo. De hecho ya no está en la casa cuando se lee el testamento. Rubén, Cruz y Sergio se reúnen en la biblioteca con el notario. En su testamento, Demetrio deja a todas sus propiedades en partes iguales a todos sus hijos: Sergio, Mac, Rubén, Cruz y Pierre pero con condiciones. Sergio y Pierre deben aceptar el apellido de La Colina. Mac no debe casarse con Denise y Cruz debe dejar de ser sacerdote. El notario va hablando:
--el señor Miguel de La Colina quedó fuera del testamento porque él mismo hizo su renuncia, el señor Pierre ya me ha avisado que no quiere nada de este testamento y menos el apellido De La Colina.
Cruz se levanta.
--Yo no voy a dejar el sacerdocio.
Rubén mira a Sergio y le agarra la mano:
--¿y qué hay de ti?
A Sergio le emociona que su padre lo haya reconocido en su testamento:
--Yo sí quiero llevar su apellido.
Rubén lo trata con mucho cariño:
--pues no hay nada más qué decir.
Rubén y Sergio quedan como los dueños de todo pero aún hay una cláusula. No se puede vender nada, Rubén y Sergio sólo pueden cederle las propiedades a sus hijos varones . Sólo heredarán a los nuevos dueños finalmente sus hijos varones y no adoptados. Es decir que las hijas de Rubén y Esther quedan fuera del testamento y tienen prioridad los hijos de los hijos legítimos de Demetrio. Si Rubén tuviera un hijo varón pues los de Sergio se quedarían sin nada. Rubén lo acepta tranquilamente.
--enhorabuena, hermano. Finalmente todo será para tus hijos. Igual a mi no me interesa nada –dice abrazando a Sergio.
Sergio no da crédito a lo que pasa. De bastardo, capataz ha pasado a ser dueño de un imperio. Igual lo que más emoción le da es el abrazo de cariño de Rubén que lo trata de hermano.


Tiempo después… Silvia está leyendo las revistas del corazón que se manda enviar de Europa. La renuncia por amor de la heredera de España ha ocupado todas las revistas. Ahora en portada salen Leonor y Pierre, felices. Se han casado en secreto y anuncian que serán papás, un hijo varón que se llamará Pierre y que ya está en camino. El joven está feliz porque será padre por primera vez. Así lo siente él. Silvia lee noticia mientras su hijo Pedro sonríe y gatea a sus pies. A Silvia le duele que Pierre la haya olvidado pero se ha quedado con una parte de él y eso la llena, lo siente una bendición.

Por otro lado, La Poderosa se viste de gala. Victoria y Sergio se casan. Lo hacen en la hacienda de Los de la Colina. Se casan Sergio Manuel de la Colina con Victoria Montesinos. A la boda va casi todo el pueblo. Cruz oficia la ceremonia. No falta Rubén (que pese a estar feliz con Esther y sus hijas están no van a la boda porque las niñas son demasiadas y muy pequeñas) que va con Justo y Axel. Justo se siente un poco incómodo. Se pone triste al pensar en Joaquín, en la última vez que estuvo en ese lugar. Rubén lo abraza con mucho cariño. Axel se siente fuera de lugar, le roza la mano tímidamente a su chico. Justo mira a Axel con cariño. Joaquín es su pasado y Axel el presente. No quiere pensar en nada más. La ceremonia tiene toda la pompa que corresponde a un imperio como los De la Colina. El pequeño Sergio ve la boda de sus padres desde su parquecito de juegos. Victoria parece una reina, lleva incluso una tiara. Justo la lleva al altar. Victoria besa a su hermano con cariño. La agradece que esté con ella en ese momento. Justo y Sergio se abrazan fuertemente. Cruz une en matrimonio a Victoria y Sergio que sellan su amor con un beso. Axel y Justo se agarran de la mano. Rubén echa de menos a Esther y la llama por teléfono para decirle lo mucho que la echa de menos.
--me hubiera gustado que estuvieras conmigo.
--a mi también, mi amor. Las niñas y yo te echamos de menos.
--esta noche me tendrás como siempre…
Son muy cariñosos y a la vez pícaros.

En ese mismo momento, en Europa, está anocheciendo. Mac entra en un pequeño departamento. Denise ya la tiene la cena lista.
--mi amor, ¿porqué tardaste tanto? Danielito ya comió. En tu trabajo me dijeron que ya saliste hace rato.
Mac sonríe feliz y enamorado al ver lo bien que se ha adaptado Denise a su vida de ama de casa sencilla. Ambos llevan alianza de casados.
--¿cómo estás, señora de la Colina? –dice él con misterio.
A Denise le hace raro pensar que al fin es la señora de La Colina pero ya no le importa el dinero, las propiedades sino Mac.
--feliz como siempre. Cada día es un sueño… Cada día te amo más –dice ella acariciándolo.
Él sonríe:
--pues que bueno porque ahora soy el padre de tu hijo…
Es la sorpresa que le tenía preparada. Denise mira feliz el acta de adopción que acaba de recoger Mac, Danielito es oficialmente un De La Colina. A Denise le emociona que Mac haya querido que Danielito tuviera el apellido que le corresponde aunque no vaya a heredar nada y a Denise lo único que le importa es que Mac ve a ese hijo como suyo. Denise lo besa entre lágrimas.
--te amo tanto mi amor… --Denise.
--y yo… te amo… te amo…
Los dos se besan apasionados. Danielito iba a saludar a Mac pero los ve besándose. Ya no se le hace extraño. Cierra la puerta de la sala y los deja disfrutar de su amor.

Acabada la fiesta de boda, Rubén y Justo van al río. Se bañan desnudos por los buenos tiempos. Axel los acompaña también desnudo. Son tristezas las que dejan atrás, Thiago, Joaquín y sus otros seres queridos ausentes. Ese lugar es especial tanto para Rubén como para Justo. A Axel le gusta que lo hayan querido compartir con él. Nadan, bucean, juegan, se tiran el uno encima del otro… Rubén tiene su vida en la capital con una mujer que lo ama, con unas hijas a las que adora pero siempre una parte de él se queda en ese río y le emociona volver. Unas lágrimas deslizan por sus mejillas pero quedan confundidas por el agua. Axel y Justo se besan. Rubén sonríe. Piensa en su hermano:
--promesa cumplida –le dice hablando para sus adentros y mirando al cielo.
Justo está bien, es feliz y sabe que eso es lo que quería Joaquín. Justo no quiere que Rubén esté triste, se tira sobre él y de nuevo comienzan los juegos entre los tres. Tienen siempre presentes a los que no está pero la felicidad está en sus vidas, el dolor ha quedado atrás.

Fin.

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