martes, 31 de mayo de 2011

Capitulo 79



Esther grita a su madre, Diego la defiende.
--No te pongas así, Esther, mamá pueda hacer lo que quiera.
A la joven lo que más le duele es que Rubén sea humillado de esa manera. Le duele la cara de Rubén que no sabe a dónde debe ir. Justo a su lado apoyándolo. Esther lo tiene claro, sabe del lado de quien debe ponerse.
--¡se van de mi casa¡
Constitución no puede creer lo que oye:
--¡no puedes echarme de mi casa¡
--¡Esta casa es sólo mía, mi papá me la dejó a mi. Tú perdiste los derechos de usufructo al volver a casarte¡ --Esther.
--Si nos ponemos en ese plan yo soy la presidenta de la empresa en la que trabajas tú y que está manteniendo a Rubén… --Constitución.
--¡Yo soy tan accionista como tú y Diego no se pondrá en mi contra¡ --Esther.
Diego mira a su madre. No quiere tener que elegir entre su madre y su hermana.
--mejor nos vamos en un hotel. En dos días Gerard y yo volvemos a Europa --Diego.
--¡pues yo me vengo contigo…¡ --Constitución.
Gerard le guiña el ojo y la mujer se derrite. Rubén no da crédito a lo que está pasando.




Denise y Mac se encuentran en el río.
--tenía tantas ganas de verte –dice Denise.
Denise lo abraza con desesperación. A Mac le gusta le efusividad de ella. Es muy cariñoso con ella.
--yo estaría siempre contigo, ya lo sabes.
Se besan ardientemente. Tanto Mac como Denise pasan las horas deseando encontrarse. Ella le pone las manos en las mejillas:
--créeme que mis únicos momentos del día son cuando estoy contigo.
Mac ama a esa mujer y no soporta tener que conformarse con ratitos a escondidas.
--Nada nos impide vivir juntos, olvidarnos de todo.
Ella es muy cariñosa con él. Le encanta acariciarlo, abrazarlo.
--¿olvidas que tienes una esposa, un hijo que cuidar?
--Victoria ya está embarazada, su hijo será mi heredero. No tengo que volver a verla, ya no la he vuelto a tocar y no estaré nunca más con ella. Victoria que se quede en mi casa hasta que nazca mi hijo y nos divorciemos pero tú y yo podemos vivir juntos.
Y cada vez la idea de olvidarse de todo e irse con Mac la atrae más pero ha sido demasiados años ambicionando La Poderosa y ahora que su hija es la nuera de Don Demetrio y la madre de su nieto no quiere irse. Para no seguir hablando del tema, se desnuda. Sabe que Mac la ama y la desea. Mac se olvida de todo. Se desnuda con ella. Se besan, se abrazan. Se bañan en el río. Hacen el amor. Quedan un rato desnudos tumbados sobre la hierba. Ella con la cabeza en el torso desnudo de él. A ambos les encanta estar así. Saben que es peligroso, que en cualquier momento alguien puede descubrirlos pero cuando están juntos el resto del mundo no les importa.
--¿Como van las cosas en tu casa?
--pues muy tristes todo. Danielito echa mucho de menos a sus hermanos. No entiende bien lo que pasa.
--¿y tu marido? No se ve enfermo.
Mac tiene dudas respecto a la próxima muerte de Jose pero no se atreve a manifestarlas.
--me da mucha pena hablar de esas cosas. Jose está muy enfermo, pero todo se lleva por dentro. No tiene síntomas pero a la que nos demos cuentas me habré quedado viuda.
Mac no se atreve a seguir preguntando porque le hace sentir muy culpable estar deseando la muerte de otra persona. Se levanta. Está muy triste.
--bueno, como siempre ya cada uno por su lado ¿no?
Es un reproche. Denise se levanta y lo abraza.
--tenme paciencia.
Mac la besa, es muy apasionado.
--te esperaré siempre.
Se visten sin dejar de mirarse, de besarse. A ambos les encanta el cuerpo desnudo del otro. A Denise le pone muy cachonda ver como Mac mete sus bellos genitales en el calzoncillos, como luego se pone los jeans. Se sube la cremallera, se los abrocha. Aún sin la camisa lo abraza, acaricia el fornido torso desnudo de él. Están un largo rato así. Luego cada uno sigue su camino. Mac va con la camisa en la mano. Sonriendo enamorado. Feliz por un nuevo encuentro con Denise pero triste porque no están juntos.


Por su lado, Rubén no ha salido de su habitación. Justo está con él. Esther entra en la habitación.
--¿nos dejas a solas?
Justo se va y Esther se sienta en la cama. Quisiera abrazarlo, acariciarlo pero no se atreve ni a rozarle la mano.
--¿cómo te sientes?
--como una basura.
A Rubén le duele descubrir que su matrimonio es una farsa, que su esposa nunca lo amó.
--¿¿qué voy a hacer con mi vida ahora?
--Pues esta es tu casa.
--pero no puedo permitir que tú me mantengas.
Ella es muy cariñosa con él.
--estás enfermo, hasta que no puedas volver a trabajar pues no veo por qué no.
--¡en serio no vas a abortar?
--¿tú quieres que aborte?
--No, me dolería mucho. Este hijo es lo único que me da motivos para vivir, pero no puede obligarte a que lo tengas…
--tu hijo nacerá. Mi madre va a renunciar a él así que será nuestro hijo.
Rubén le pone la mano en el vientre. Ella se estremece.
--sólo te puede decir una cosa… --Rubén decaído-- gracias.
Ella no las necesita. Lleva a su hijo en su vientre y eso para ella es lo más grande. Es toda una bendición. Él le habla de una manera casi fraternal y a ella le duele saber que jamás tendrá el amor de ese hombre.
--perdona por todo el lío en el que te hemos metido. Te encuentras con las molestias de un embarazo y para nada pero es mi responsabilidad aunque ahora mismo no puedo ni cuidar de mi.
--Son nuestra responsabilidad.
Él tiene la mano en el vientre de ella. Esther le toma la mano. Se siente feliz, lo siente como si se estuvieran besando.
--es mi hijo, yo cuidaré de él. De ti.
Ella lo mira a los ojos.
--No es justo que te sacrifiques más. Además no sabes cuántos sean finalmente. De momento…
Ella le pone la mano en los labios para callarlo:
--Son mis hijos, tus hijos. Es una bendición para mi…
--pero –balbucea él.
Y Esther al fin le dice lo que lleva tanto tiempo callando:
--Te amo, hice esto porque te amo. Tener a tus hijos dentro de mi es un sueño. No renunciaría a esto por nada del mundo.
Rubén se ha quedado en shock.

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