martes, 31 de mayo de 2011

Capitulo 76


Justo y Rubén hablan muy fraternalmente en un rincón de la sala seguidos por las intensas miradas que Axel le lanza a Justo.
--Dime la verdad, ten confianza en mi. Creo que he demostrado que puedes confiar en mí. A no ser que no quieras estar conmigo por…
Justo no le deja seguir:
--¡no hay ningún motivo por el que no quiera estar contigo¡ Yo ya lo sé todo, sé que soy hijo de tu abuelo.
--¿y qué sientes? Pues pena por mi padre, rabia hacia mi madre. No sé qué pensar sobre Joaquín, prefiero no pensar en eso.
--¿y a mí no me guardas rencor?
Los dos se tratan con mucho cariño.
--¿y a mí no me guardas rencor?
--para nada.
--quédate aunque sea unos días. Nos consolaremos juntos…
--Si te soy sincero no soportaría tener que volver al pueblo, en esa casa, en ese cuarto sin él. Ver a mi madre.
Rubén sonríe con tristeza. Pone sus manos en los hombros de su tío.
--pues está decidido, diré que te preparen un cuarto cerca del mío. Desde hoy esta es tu casa. Te puedes quedar todo el tiempo que quieras. A mí me hará muy bien.
Mirada de complicidad entre Axel y Rubén. Jose entra en ese momento.
--¿nos vamos?
Rubén tiene abrazado a Justo por los hombros.
--Justo se queda conmigo. Le vendrá bien un cambio de aires.
Jose se queda triste. Justo se acerca a Jose.
--No es por ti pero necesito alejarme.
--que sola se está quedando la casa.
Padre e hijo se abrazan con cariño. Jose comprende a su hijo.
--sé que con Rubén estarás bien.
Rubén y Justo se miran. Se abrazan por los hombros.
--cuidaremos el uno del otro –Rubén.
Salen fuera juntos. Cuando Jose se ha ido, Axel mira a Justo.
--ya es momento que nos presentemos. Soy Axel, el mejor amigo de Rubén.
Justo no tiene ganas de presentaciones pero extiende su mano para no quedar mal con Rubén. Axel le da dos besos.
--¡no, si yo también soy gay¡
A Justo no le gusta la personalidad tan avasalladora del chico. Mira a Rubén:
--¿y mi cuarto?
Esther se mete para demostrar que apoya a Rubén:
--Yo te enseño la casa para que elijas el que más te guste.
Rubén se queda atrás con Axel. Hablan flojito.
--No seas tan obvio. Además hay algo importante que te quiero comentar de Justo.
--pues nos tomamos una copa y me cuentas.


Cuando Constitución llega a la casa, le sorprende ver a Rubén cambiándose de habitación.
--¿¿qué es esto?
--Supongo que me entiendes, no puedo dormir en esta habitación después de lo que pasó. Espero que tú vengas conmigo.
--Pero es que tiene unas vistas estupendas.
--No puedo quedarme, espero que me entiendas.
Constitución se encierra en la nueva habitación. Se muestra ardiente.
--te perdono si hacemos el amor como me lo hacías antes –dice Constitución tratando de desnudar a su joven y guapo esposo y tirándolo en la cama. Rubén se aparta de ella.
--¡estás loca… estoy de luto¡
Constitución no puede creer que de nuevo su esposo la rechace.
--¡ese niño no era nada tuyo¡
A Rubén le duele la frialdad de su esposa.
--¡era mi hermano¡
--Eso no le consta a nadie –dice Constitución que vendería su alma por un buen polvo con su esposo.
--¡Thiago era mi hermano y Justo es mi tío y el hermano pequeño de éstos es mi sobrino¡ ¡¡Esto está confirmado¡
--¡eso a mí no me importa¡ ¡¡yo quiero hacer el amor contigo¡
Constitución parece dispuesta a violar a su esposo. Lo tira sobre la cama y trata de arrancarle los pantalones. Rubén se aparta de ella, protegiéndose su ropa con desesperación.
--¡estás loca¡ ¡¡¿qué crees que estás haciendo?
Sí, está loca pero de deseo por él. No soporta volver a lo de antes. El único polvo que han tenido en estos meses no ha sido muy bueno y ella no soporta que de nuevo su esposo la rechace.
--¡Mira que si no me das lo que busca esto se acaba¡
A Rubén le dolería perder a su esposa. Se levanta de la cama.
--No digas eso, voy a creer que te casaste conmigo sólo por tener sexo.
Y eso mismo es pero Constitución no se lo quiere decir para no romper el matrimonio, quiere estar segura que Rubén no volverá a ser el de siempre antes de tomar una decisión tan drástica.
--¡yo sólo quiero que hagamos el amor¡ ¡¡es la mayor obligación de los esposo¡
--¡pero hoy no puedo¡
--¡pues mañana sin falta¡
Rubén se siente muy triste y lo que menos le apetece es tener sexo.
--espera unos días.
Eso no se lo toma bien Constitución.
--¡A mí no me vas a volver a dejar a dieta¡ ¡¡no voy a permitir que de nuevo seas impotente y no me puedas cumplir¡
A Rubén le duele que su esposa no lo comprenda, que piense en el sexo y no en su dolor.
--¿es que no me puedes tener paciencia?
--¿¿¡más?¡ --reclama Constitución molesta.
--lo siento pero no puedo. El sexo no es algo tan importante yo…
Constitución lo corta, para ella el sexo es lo más importante y no soporta el rechazo de su esposo.
--¡me estás hartando¡
Constitución abandona el cuarto.
--¡mientras no seas hombre no pienso compartir la cama contigo¡ --le grita.
Rubén sufre. Se queda en su cama. Llora. Esther se siente mal por Rubén. No puede entender que su madre sea tan mala con él. Quisiera abrazarlo pero no se atreve. Justo se acerca a él. Estaba en el cuarto de al lado y lo ha oído todo. Entra en la habitación de Rubén.
--puedo hacer algo por ti?
Rubén se siente desvalido.
--¿me darías un abrazo?
Justo se acerca a él y se funden en un abrazo de hermanos. Esther irrumpe en el cuarto de su madre.
--¿¿qué diablos estás haciendo con Rubén?
--¡si en una semana no me hace el amor lo echo de la casa y me divorcio¡
Esther se lleva las manos al vientre.
--¿y el bebé?
Muy fríamente Constitución dice:
--lo mejor será que abortes. Yo no lo quiero.
Esther se aferra a su bebé con desesperación.

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