lunes, 30 de mayo de 2011

Capitulo 36






Mac y Denise se besan con amor. Mac insiste en saber cosas de Denise (cómo mínimo su nombre), quiere tener una relación con ella que no se limite a sus encuentros en el río.
--¿Y porqué no dejar las cosas así?
--¡es que soy tan feliz a tu lado que quiero que sea así siempre¡
--Soy mayor que tú, te van a criticar.
--No me importa.
--Pero a mí sí, no quiero que digan que soy una perdida.
Él es muy cariñoso con ella, Denise usa una pose de víctima.
--Yo voy a estar a tu lado para protegerte.
--Y si después te cansas de mi?
--¡eso no va a pasar¡
--los hombres os cansáis de las mujeres con mucha facilidad o me vas a decir que nunca le has roto el corazón a una mujer.
Mac agacha la cabeza. No quiere que la mujer tenga mal concepto de él.
--pero no ha sido con mala intención.
Denise está empezando a sentir algo fuerte por ese hombre, algo que nunca ha sentido. Se aferra a esa mirada de culpa del guapo chico para lograr lo que quiere de él.
--Yo te amo y corro el riesgo, me he entregado a ti por amor pero quiero darte tiempo, todo ha sido muy rápido. Si más adelante tú sigues seguro de esto gritaremos nuestro amor a todo el mundo pero si te cansas de mi pues yo desapareceré de tu vida sin hacer ruido. Ni tú reputación ni la mía se verá en peligro.
Mac siente que Denise lo ama, le duele que no se fíe de él pero decide seguir tu ritmo:
--te amo, te amo tanto. Te juro que voy a demostrarte día a día que puedes fiarte de mi.
Se aferran el uno al otro. Ella lo único que pretende es ganar tiempo, llevar un hijo de Mac en su vientre cuando éste descubra de quien se ha enamorado.








Esa misma tarde, Rubén ha quedado con Jose. Rubén quiere hablar de Justo y aunque a Jose sí le preocupa su hijo, no puede evitar que sus ojos se le vayan tras la atractiva anatomía del guapísimo joven. Jose está sentado en un banco esperando a Rubén. Éste aparece puntual. Se muestra amable.
--buenas tardes, gracias por llamarme.
Y a Jose le es imposible mirarle a los ojos.
--¡Es increíble el pedazo de verga que tiene que tener este chico¡ --dice para sí.
Rubén está de pie, Jose sentado. Tiene aquel bulto a la altura de la boca y tiene que hacer un esfuerzo para no lanzarse encima de ese chico.
--pedazo de bulto que se le ve –va pensando.
Le encanta su culo, las arruguitas que se le hacen. Muy sexy… Los pantalones son más amplios que los del otro día. No se le remarca tanto el culo pero se le ven bastante los calzoncillos. Blancos. Jose está cachondísimo.
--que polvo le echaría –piensa.
Rubén se sienta un rato a su lado. Van hablando de Justo.
--Yo no le puedo obligar a que vea al doctor.
--¡por favor, insista¡
--No te preocupes. Lo haré.
--Muchas gracias.
Rubén siente que tiene un aliado en ese hombre y eso hace que se sienta más tranquilo.
--avísame de cualquier novedad.
Rubén le toca el brazo mientras encajan sus manos.
--venga, señor Montesinos, hasta luego.
Es muy simpático. Se le ve un bulto descomunal, todo bien grande, bien apretadito.
--¡verlo en calzoncillos debe ser impresionante¡ buf no sé cómo me he podido resistir.
--dice para sí.
Demetrio ha visto a Jose con su hijo. Es algo que no lo soporta, justo en el momento en el que Rubén se va a subir a su auto, su padre se le acerca. Rabioso le dice:
--¿¿qué hacías con ese viejo?¡ ¡¡no quiero que te acerques a ningún Montesinos y menos a ese¡
Rubén no entiende el odio de su padre hacia ese hombre que a él lo que le despierta es compasión.
--Me preocupo por mi tío Justo –dice Rubén tranquilo.
Rubén sentado en su auto, Demetrio desde fuera. Furioso.
--¡eso ni lo repitas¡ ¡a nosotros no nos importa lo que pase con esa gente¡ ¡¡no te acerques a ellos¡
--Yo no te digo lo que tienes que hacer, pues haz tú lo mismo.
Rubén usa un tono de voz tranquilo pero no así su padre.
--¡Vete a la ciudad, ten ese hijo que quiere tu esposa y olvida del resto¡
--Lo haré pero cuando sepa que Justo va a estar bien.
A Rubén no le gusta que su padre le dé órdenes. Pone el auto en marcha.
--¡ya sabes lo que tienes que hacer¡
--No, ya sabes lo que tienes que hacer tú si quieres evitar un escándalo que a ti no te conviene.
Rubén comienza a manejar y Demetrio le da golpes en el auto furioso. Demetrio tiene ganas de descargar su rabia. Va a buscar a Jose. Éste ya no está en el banco.






Jose está dando una vuelta por el pueblo.
--¡vaya, lo que me faltaba para alegrarme el día¡
Se encuentra con Mac. Éste está parado hablando con un amigo.
--¡que bueno están estos dos hermanos¡
Rubén es guapísimo pero es que Mac es impresionante.
--¡pedazo de macho… cómo me gustaría encontrarlo en el lavabo y pajearme a su lado¡ --va pensando.
Jose se va acercando a Mac dando un paseo. Daría lo que fuera por chingar con él. Es mucho más guapo que el abuelo, que el padre..
--¡pedazo de macizo como pocos¡ en este pueblo sólo Rubén está a su altura¡ ¡¡Se nota que son hermanos¡ ¡¡qué genes tiene esa familia¡ --va pensando.
A Jose le encanta tener a esa maravilla de la naturaleza tan cerca de él. Muy guapo, muy musculoso. ¡¡lleva la camisa en la mano¡ Muy peludo como a Jose le gustan.
--¡que caliente estoy¡ --dice para sí.
Tiene muy buenos brazos. Jose pasa por su lado, tiene su culo a tocar de su mano y tiene que hacer un esfuerzo para no tocarlo. Después de lo cachondo que lo ha puesto Rubén ahora ya no puede más.
--¡¡con los meses que hace que no chingo¡ --va pensando.
Jose se dedica a su familia, sólo de vez en cuando se permite algún deslice. En la ciudad siempre paga por desahogarse con un guapo. Ahora necesita un desahogo más que nunca. Mac lleva unos pantalones amplios. No se le ve culo pero sí se le ven un poco los calzoncillos, azules. Justo cuando Jose está pasando se pone la camisa. Se le ven los sobacos. Jose se tiene que aguantar el pantalón para que no se le note tanto lo gorda que la tiene. Daría su vida por un encuentro sexual con ese macho. Demetrio estaba llegando y se da cuenta de la manera en la que Jose le está mirando el culo a su otro hijo.
--¡lo voy a matar¡ --dice furioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario