Capitulo 40

A Denise le gusta molestar a Cruz, incluso piensa en confesarse, en decirle que se está acostando con su hermano y que confía muy pronto tener un hijo con él pero le da miedo que Cruz falte a sus votos y le cuente a Mac, que haga algo para romper el idilio y Mac le importa demasiado. Tanto como la herencia de Los de Colina que es lo que ha aspirado desde que era una niña.
--¿no le importa empezar ahora? Le dejo al niño y yo ahora vuelvo.
A Cruz le da miedo quedarse a solas con su hijo:
--pero yo…
--¡Muchas gracias¡
Denise se va corriendo. Cruz está algo incómodo. Ese niño le cae bien pero es cura y tiene un hijo. Danielito está contento con el sacerdote. Cruz mira a Cristo y le pide a Dios que le ayude a hacer lo correcto.





Denise llega a su cita con Mac antes de lo acostumbrado. Su intención era ir a dejar a su hijo a casa pero no ha querido aprovechar la oportunidad de dejar a su hijo con Cruz. Aún es temprano.
--Pero Mac seguro que llega antes de hora.
Y eso lo dice con orgullo porque se da cuenta que en los pocos días que lleva acostándose ya ha logrado meterse en el corazón de Mac. Se desnuda para esperarlo en el agua. Quiere estar desnuda para cuando él llegue. Así él no se resistirá, harán el amor como siempre, ya ni se le pasará por la cabeza decirle nada. Denise está segura que Mac la ama pero todo aún es demasiado reciente. Se toca el vientre:
--tengo que estar embarazada para cuando me descubra, así entre eso y su amor no me podrá dejarse.
Denise se acaricia el vientre. Todos sus hijos varones han sido concebidos como un negocio pero éste es el que le hace más ilusión, es el hijo del amor aunque ella aún no esté segura de todo. Tener un hijo de Mac es ya casi más importante que obtener la herencia de la familia de La Colina.
--todos los hombres de su familia han sido muy machos y me han preñado en seguida, seguro que ya la semilla de Mac está dentro de mi.
Pero quiere esperar, tampoco quiere obsesionarse con eso.
--Si me hago la prueba y sale que sí tampoco puede decir nada, Mac creería que no es de él.
Además le da miedo que si piensa demasiado en el tema los nervios le impidan tener ese hijo tan deseado. Nada un buen rato. Como ella suponía, Mac no tarda en llegar. Siempre llega antes de ahora con la esperanza de encontrar ahí a su amada, con la ilusión que ella tenga tantas ganas de él que no pueda evitar. Mac se emociona al ver a Denise.
--¡me ama, me ama tanto como yo la amo a ella¡
Y está contento con ella. Siente que el corazón le va a mil por minuto. Se acerca a la vera del río. Justo donde está la ropa de su amada. Le excita saber que está desnuda pero también le dan celos.
--¿cuántos hombres la habrán visto desnuda?¿con cuántos desconocidos se habrá acostado?
Nunca había pensando en eso y le da miedo ser uno más. Se da golpes en la cabeza, se habla así mismo.
--¡venga Mac, no pienses babosadas que tú tampoco eres un santo¡
No quiere pensar en el pasado de Denise.
--No tiene que importarme, mi Dama del Río nació aquí, el primer día que la vi.
El amor que siente por ella es más fuerte que otra cosa. Suspira enamorado. Denise aún no se había dado cuenta de la presencia del hombre. Mac la llama.
--¡¡mi amor¡
Denise la saluda desde el río.
--¡¡Ven, que el agua está muy buena¡
Mac ama a Denise pero también la desea. Se desnuda ante la mirada caliente de Denise, le gusta ver como aparece ante sus ojos ese esbelto cuerpo desnudo de ese hombre. Se saca toda la ropa y completamente desnudo corre hacia el río. Denise y Mac se besan y hacen el amor. Se desean, se gozan como nunca antes han gozado con nadie. Thiago está en el río. No tiene nada que hacer. Recuerda que Mac le comentó que a esas horas se veía con su chica y Thiago tiene la ilusión que tal vez sea un hombre, quería saber sólo eso. Ve a Mac haciendo el amor, no reconoce a la mujer ya que está lejos. No sabe que es su madre.
--que pena que no sea gay.
Aunque el que ama es a Rubén como él no se le puede dar se consolaría con Mac. Está apenas unos segundos, no quiere que lo vean sorprendiendo a una pareja. Ya ha visto a Mac desnudo así que tampoco quiere arriesgarse.

Mientras, Jose entra en la habitación de su hijo con el doctor.
--hijo, voy a entrar.
Justo no dice nada. Le da todo igual. Está tumbado en la cama, en bóxers. Sin afeitar. El mundo no existe para él. Tiene la luz apagada. La enciende el padre. Justo ve que llega el doctor y se enoja.
--¡largo, no me molesten¡
--Hijo, te tienes que hacer un análisis. Si tienes…
A Jose le cuesta decir la palabra sida y Justo no permite que la diga. Justo se pone muy violento, empieza a tirar todo lo que encuentra a su padre y al doctor.
--así no podemos hacer nada, es él quien tiene que querer –doctor.
Jose le suplica a su hijo.
--No te hagas la prueba pero almenos habla con el doctor.
Justo se ha levanta. Muy agresivo:
--¡que se larguen¡
Justo da patadas, lanza un jarrón. Se hace daño. Se lastima la mano. Sangra. El doctor no se acerca.
--si tiene sida es peligroso, no se acerque.
--¡Es mi hijo y si él dice que no tiene nada pues no pasa nada¡
Jose se acerca a su hijo para curarle la herida pero Justo no le deja.
--¡ya déjenme en paz¡
Y se encierra en el baño. Llora frente al espejo mientras pone su mano en agua. A Jose le duele el sufrimiento de su hijo pero no sabe qué hacer para ayudarlo. Se queda en la sala hablando con el doctor. Thiago entra por la cocina. Escucha lo que ocurre. Sube a la habitación. Justo está en el baño, desnudo, porque se le ha manchado los calzoncillos de sangre. Tiene la mano vendada. Thiago se acerca a su hermano.
--¿estás bien?
Justo mira a su hermano con dureza.
--¿¿qué te importa?
A Thiago le impresiona ver la ropa con la sangre de su hermano. Va a agarrar la ropa pero Justo se lo impide.
--¡no lo toques, voy a tirarlo¡
--entonces es verdad que tienes Sida, ¿porqué no te tratas?
Justo agarra la ropa, sale desnudo del baño dando un empujón a su hermano.
--¡Vete a la mierda¡
Thiago se queda muy triste. Siente celos de la amistad de su hermano y Rubén pero no quiere que muera.