martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo 4






Justo y Joaquín reposaban los dos desnudos en la orilla del río luego de su primera vez.
--¿alguien nos habrá visto? –pregunta Justo con vergüenza.
Joaquín sonríe seductor. Justo es su mayor trofeo, su mayor triunfo.
--¿no me digas que nunca lo has hecho aquí con tu novia?
--pero no es lo mismo… si alguien nos ve…
Joaquín lo calla con un beso. Están los dos tumbados en la hierba, mirándose.
--pero te gustó ¿te gustó acostarte conmigo?
Justo lo mira con amor.
--hoy he vuelto a nacer, es el día más feliz de mi vida.
Joaquín le guiña el ojo.
--pues no pienses en nada más.
Pero hace apenas unos días Justo tenía una novia a la que quería, con la que se iba a casar. Ahora su vida ha dado un giro inesperado y le asustaba saber lo que puede pasar.
--¿Y ahora qué…? –pregunta preocupado.
Joaquín se muestra despreocupado.
--El que tienes novia eres tú.
--La voy a dejar…
Aunque no le dice nada, Joaquín por dentro se siente feliz. Quiere que Justo rompa con todo sin que él le ofrezca nada a cambio.
--Pero yo no te prometo nada, no quiero que nadie sepa de esto –Joaquín.
--Yo tampoco pero igual la voy a dejar…
Justo tiene miedo de ser uno más en la vida de Joaquín pero ya no se puede cambiar lo que ha pasado .Justo abraza con fuerza a Joaquín. Siente miedo pero quiere vivir lo que siente. Joaquín está feliz, sonríe vengativo. Tiene a Justo justo donde quería.

******************************
Joaquín y Justo se relajan hablando del pasado. De su amor.
--vivimos momentos bellos ¿no? –Joaquín.
Justo está tumbado en la cama al lado de su amado. Le toma de la mano.
--los mejores.
Joaquín se siente en paz estando al lado de Justo, recordando sus momentos de amor pero no la culpa que siente por su engaño no lo deja descansar. Se oyen los gritos de su padre.
--¡es que no quiero que ese sidoso esté cerca de mi hijo¡ ¡¡Los Montesinos no traen nada bueno, por su culpa mi hijo va a morir¡
Rubén se lleva a su padre, no permite que entre en la habitación. No quiere que moleste a la pareja.


Justo está muy abrazado a Joaquín. Hace como si no hubiera escuchado nada. Joaquín se siente mal por Justo.
--siento lo que dijo mi padre.
Justo le acaricia la cabeza muy cariñoso.
--No le hagas caso.
--si pero es que la culpa de todo es mía.
Justo está tumbado al lado de su amado. Lo abraza con fuerza.
--ya olvídalo.
--Hay algo que tengo que decirte, sé que te va a doler pero…
Justo no lo deja seguir.
--Pues no me lo digas, por favor.
--Sabes que no creo en Dios, sino me confesaría pero no puedo irme con esta carga.
--bueno pues si eso te ayuda pero a mi no me importa nada de lo que me tengas que decir.
Justo procura tener siempre una sonrisa en los labios. No llorar para no angustiar a su amado. Jamás esperó una confesión de ese calibre.
--Aunque sí me gustabas, yo me acerqué a ti para hacerte daño. Quería vengarme de tu familia. Tú eras el heredero y quería asegurar que tú no pudieras dar un hijo a tu familia, quería romper tu noviazgo.
Justo lo mira con cariño.
--en el fondo siempre tenía miedo que todo fuera una broma, que te burlaras de mi pero me amaste ¿verdad?
Y Justo tiene miedo de la respuesta.
--si te amé y te amo. Eres al único al que he amado pero…
Justo lo calla con un beso.
--pues no quiero saber nada.
Pero Joaquín necesita decirlo.
--Yo sabía que tenía sida cuando estuve contigo.
Justo se levanta de golpe. Eso es toda una puñalada. No da crédito a lo que oye.
--¡no, no es verdad¡ ¡¡te hubieras cuidado¡
Joaquín mira con tristeza a Justo.
--Es que esa era mi venganza, quería contagiarte. Te seduje para que te murieras conmigo.
Justo se ha quedado de piedra. Joaquín llora.
--te amo, perdóname. ¡¡yo me enamoré de ti¡ ¡¡te juro que si pudiera borrar el pasado lo haría, renunciaría a ti con tal que no te pasara nada.
Esa verdad que le acaba de contar su amado es demasiado dolorosa y no la puede ni la quiere aceptar. Se sienta en la cama, le agarra de las manos.
--te perdono, mi amor.
Y lo besa. Joaquín lo abraza llorando.
--¡tienes que hacerte la prueba ya, lo más seguro es que te hayas contagiado pero si te tratas no vas a morir¡
--No tengo sida, no me va a pasar nada.
A Joaquín le duele que Justo no acepte la realidad.
--¡sabes que es imposible que no tengas sida, que lo hicimos demasiadas veces sin condón¡
--Yo no tengo sida y si lo tuviera, mejor. Así nos vamos juntos.
--No digas eso –llora Joaquín.
Justo se muestra tranquilo y Joaquín está desesperado. No sabe cómo convencerlo para que se aferre a la vida, para que no se deje morir. Justo no lo deja seguir.
--si quieres que me quede a tu lado no volvamos a tocar el tema.
Joaquín está demasiado débil como para discutir. Se quedan juntos un rato más. Los interrumpe Rubén. Los mira a ambos con cariño. Justo se levanta de la cama.
--mi hermano tiene que descansar –Rubén a Justo.
--¡que no se vaya¡ --le suplica Joaquín a Justo.
Rubén se lo promete y Joaquín se queda más tranquilo.

Nada más salir de la habitación, Demetrio se acerca a los chicos.
--¡que se largue¡
Rubén saca la cara por Justo.
--¡él se queda con nosotros¡
Demetrio va a protestar pero Rubén no se lo permite y consciente que el chico está en terreno enemigo se lo lleva a su habitación.

2 comentarios: