viernes, 30 de septiembre de 2011

Capitulo 83






Después de darle cuatro hijas, Rubén está desnudo a su lado, habiendo hecho el amor por primera vez… Esther está conmocionada. Ahora sí que el sueño se completa. Tener esas cuatro niñas que son hijas de los dos ya le parece un milagro pero es que ahora tiene a Rubén junto a ella. Rubén es tan guapo, no deja de mirarlo. Lo quiere acariciar pero él se levanta totalmente desnudo. Se sube el bóxers. Se ve algo angustiado. Rubén está conmocionado.
--esto no debió pasar… --dice mientras se sube los calzoncillos.
Ella se levanta envuelta en la sábana.
--¿porqué? Yo te amo…
Rubén se sube los pantalones. Se ve algo sofocado.
--pero yo no sé que siento.
Ella lo abraza por la espalda.
--yo no te pido nada.
Rubén sale a medio vestir.
--pero esto no se debe volver a repetir…
Esther se queda en la cama con un sabor agridulce. Abraza esas sábanas que han tenido el cuerpo desnudo de ese hombre que lleva tanto tiempo amando.
--¡ha sido mío¡ ¡¡he sido suya¡
Esther no sabe si debe sentirse triste o feliz. Rubén está algo aturdido, entra en la habitación de Justo. No se acordaba que él no estaba pero Esther está desnuda en su habitación y ahí no puede estar. Se sienta en la cama, se vuelve a levantar. Se lleva las manos a la cabeza. Está muy alterado.
--¿¿qué he hecho?¿¿qué he hecho?
Siente que ha mancillado el honor de la madre de sus hijos.
--¡esto no debió pasar¡
Ya ha olvidado a Constitución, Esther es una mujer que lo ama y tienen cuatro hijas. Le gusta como lo cuida, le gusta como lo ama. Sonríe pícaro, le gusta acostarse con ella.


Por otro lado, Jose está tomando un café en el bar al que acostumbra a ir. Cruz se acerca a la barra. Pide otro café. Jose sólo ha tenido cerca al guapísimo sacerdote en la comunión de su hijo. No imagina que el padre de su hijo pequeño.
--¡con lo bueno que está –piensa—es una lástima que sea sotana¡
Le encantaría poder ver que tal culo tiene el sacerdote.
--Siendo hermano de quien es… debe ser una cosa impresionante –va pensando—Es un pecado que no luzca cuerpo.
Cruz va hacia los lavabos y Jose se pone cachondo. Nunca ha visto a un cura en los lavabos y Cruz está muy bueno:
--Llevará algo bajo esa sotana? –piensa cachondo.
Jose no lo duda. Cruz está en el urinario, con la sotana algo levantada. Lleva unos jeans pero, aunque a Jose le encantaría, no deja ver trasero. Jose se pone a su lado. Está muy excitado.
--¡a ver qué tal verga tiene el padrecito¡ --piensa para sí excitado.
Cruz se pone nervioso pero no porque se dé cuenta del deseo de Jose. No imagina que el hombre es gay y quiere verle el pene.
--buenas padre –dice Jose al ponerse a su lado.
A Cruz le incomoda mucho estar junto al esposo de la única persona que ha profanado su cuerpo, al lado del hombre que ha reconocido suyo al hijo que él gestó. Jose está excitado. Le encanta tener cerca de ese cura. Es muy guapo, le gusta más Rubén y Mac pero Cruz está como quiere. Eso sí, lamenta no poder verle el culo. Jose está encantado que Cruz esté en el urinario. Tiene ganas de verle la verga y pensaba que tal vez se encerraría en el wáter. Nada más ponerse a su lado, Jose le ve la trompa al sacerdote…
--buenísimas –dice para sí Jose al ver lo que Cruz tiene entre las piernas.
--¿¿qué tal, hijo? –dice el joven algo incómodo.
Cruz mira para otro lado para así no tener que darle conversación a Jose y Jose encantado porque así puede verle la verga sin problemas.
--¡pedazo de verga que tiene el cura¡ --dice para sí.
No es de las más grandes que ha visto pero no está nada mal. Jose no se pierde detalle. Sabe que no podrá tener otra oportunidad así. Calcula lo que le debe medir.
--No debe tener menos de 10 centímetros –va pensando—que así dormida no está nada mal. Al lado de la mía es gigantesca… ¡¡pero es que es muy gorda¡
Cruz la tiene muy bien agarrada y no se la ve completa pero lo que ve le encanta y se hace una idea de lo que le cuelga al sacerdote.
--menos mal que no voy a misa… sino cómo lo voy a mirar a los ojos después de esto –dice para sí.
A Jose le encanta vivir un momento así con el sacerdote. Ninguno de los dos se da cuenta que alguien entra al baño. Es Demetrio que se da cuenta como Jose le está mirando la verga a su hijo descaradamente aprovechando que Cruz no mira. Demetrio tiene deseos de matar al hombre. Le diría de todo en ese momento pero no quiere que Jose pueda decir cosas que no desea que Cruz sepa. Sale sin que lo vean. Cruz se retira.
--hasta otra, padre. Que tenga un buen día –Jose cachondo.
--si, gracias…
Cruz se ve nervioso pero no porque se haya sentido acosado. Demetrio se queda en un rincón ve a su hijo agobiado y cree que es porque se ha dado cuenta del acoso de Jose. Entra en el baño. Entra de golpe. Se queda helado al ver que Jose está en el urinario en el que estaba Cruz. Jose ha parado de golpe pero Demetrio se da cuenta que se está masturbando. Jose lo mira con miedo, le sorprende que Demetrio no lo golpee. Demetrio lo mira con odio pero abandona el local sin hacer ningún escándalo.

Jose vuelve a su casa tranquilo y contento por la visión que ha tenido. En un lugar apartado, el jeep de Demetrio lo intercepta. Eso no extraña a Jose. Después de haber visto a Demetrio imaginó que tendría que pagar por lo que ha hecho.
--el gusto bien merece un buen gusto –se dice.
Demetrio empieza a golpear la puerta del auto.
--¡sal, te voy a matar desgraciado¡.
Jose no sale del auto, entonces Demetrio le rompe el cristal con una piedra. Abre la puerta. Agarra del cuello a Jose y le empieza a dar de golpes.
--¡te he visto hace un rato con Cruz¡ ¡¡eres una basura¡ ¡¡no tienes respecto por nada¡ ¡¡Va a ser la última vez que goces de un de La Colina¡
A Jose le molesta la doble moral de Demetrio:
--sí, es una pena que tus hijos no sean como tú que me dejaste gozar tu verga por dinero.
Demetrio se tira sobre Jose, empieza a golpearlo como loco.
--¡a mis hijos ni mirarlo¡ ¡¡Un De La Colina está demasiado alto para ti¡ ¡¡no somos maricones¡
Jose no se puede defender pero no se quiere quedar callado.
--Es una lástima que tus hijos no sean como tu padre… pagaría lo que fuera por chingarme uno de ellos… O los tres…
--¡¡¡QUE TE CALLES¡
Demetrio pierde los nervios, agarra una enorme piedra que está a su lado y le revienta la cabeza a Jose. Cuando se da cuenta que lo ha matado tira la piedra asustado. Quería darle un escarmiento pero no tenía pensando matarlo.

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