lunes, 30 de mayo de 2011

Capitulo 39


Jose llega a su casa de madrugada y con una sonrisa. Ese chico le ha hecho olvidar la frustración que siente por su soledad. Ha logrado una relación de hermanos con Denise, adora a sus hijos pero necesita el cariño, el sexo de un hombre. Le frustra ver a guapos como Rubén y Mac y él está solo. Ahora se siente pleno, estar con ese jovencito lo ha rejuvenecido. Durante el desayuno, Denise no puede evitar sorprenderse.
--Y ahora tú, ¿y esa sonrisa?
--qué pasa es que no puedo estar contento…?
--si claro… --dice Denise.
La mujer no está acostumbrada a ver a su marido sonriendo pero tampoco le importa. Victoria se alegra de ver a su padre feliz.
--Yo creo que anoche ustedes se quisieron más que nunca.
--¡no digas tonterías niña¡ --Denise casi con asco.
Pero la cara de Jose es de eso. Denise fulmina con la mirada a su marido.
--bueno, ya era hora –dice para sí—que le dure, no quiero ver la cara de amargado.
Denise supone que Jose ha estado con un hombre. Ya imagina que su esposo debe tener una vida sexual aunque poco. Le da igual mientras nadie se entere. Danielito está también en la mesa con ellos. Jose mira con intensidad al pequeño.
--¿y será hijo de Rubén? –dice para sí.
Jose está seguro que Daniel también es un De La Colina. De eso no le cabe ninguna duda.
--¿tendrán razón las chismosas del pueblo? –va pensando para sí.
Danielito quiere mucho al que cree su padre. Le gusta que éste lo acaricie. La chismologia del pueblo es clara, Denise ha tenido un hijo con tres generaciones de hombres De La Colina. Los que apuestan por esa teoría no dudan que Rubén es el padre. A Jose le encanta Rubén. Si da por hecho que su esposa se ha acostado por él y le haría ilusión ser el papá de su hijo. Jose mira con intensidad al pequeño queriendo descubrir rasgos de Rubén, algo no muy complicado cuando el niño lleva su sangre aunque no sea su hijo.
--¡Venga, Danielito¡ ¡¡nos vamos a misa¡
El nene protesta.
--¡estoy de vacaciones, no quiere ir a misa¡
Victoria anima a su hermano.
--ir a misa es divertido, yo les acompaño.
Pero Denise quiere ir sola con su pequeño.
--¡no se puede, tienes que limpiar la casa¡
Danielito busca la complicidad de su padre para que le libre de ir a misa pero a Jose le parece perfecto quedarse a solas con Justo. Denise se va con el pequeño, Jose le dice a su hija que olvide de la faena, que puede irse.
--¡yo luego lo arreglo con tu mamá¡
Victoria le da un beso a su papá y se va corriendo. Jose hace una llamada:
--doctor, ¿puede venir ahora?


Por su lado y a la espera de su encuentro con Mac, Denise va a misa. La misa la da Cruz. Ella está en primera fila, quiere que Cruz vea a Danielito. Es algo que le atormenta a él y es lo que ella quiere, quiere que Cruz se encariñe con ese niño, que sienta culpa, que se preocupe por la herencia de éste. Cruz se pone nervioso al ver cómo Denise se acerca con el pequeño a recibir la comunión. La presencia de Denise en misa causa revuelo.
--pero si sus hijos no están bautizados… ¿a qué vino? –dice una.
--Sí, es verdad. Sólo los dos pequeños.
--Es verdad, fue cosa de la niña. Ella quiso hacer la comunión aunque no estaba bautizada y cuando se confirmó pues también hizo que bautizaran al hermano.
A Cruz le tiembla el pulso. Denise mira provocativa al sacerdote.
--¡yo también quiero¡ --dice el niño.
--ha hecho la comunión? –pregunta el sacerdote.
--¡No, mi mamá no quiere¡ --dice el pequeño.
El sacerdote acaricia la cabeza del pequeño.
--luego hablamos.
Cruz siente algo muy especial al tocar la cabeza de ese niño.
--¡Es mi hijo¡ --dice para sí.
Siente la mirada de Cristo detrás de él. No entiende porque Dios lo somete a una prueba tan dura. Ese pequeño fue un error pero le gustaría poder alejarse de él. Ha querido hacer como si no existiera pero ahora que lo ha visto no puede. Le cuesta seguir con su trabajo, siente la mirada de Denise. La mujer no está interesada en Cruz porque le gusta Mac pero sí quiere atormentarlo. Cruz acaba con la misa, Denise le dice a su hijo:
--el señor cura dijo que fueras a hablar con él.
--me dejarás que haga la comunión?
Denise sonríe. Lo que ha ocurrido le viene muy bien para sus planes, para hacer un acercamiento padre e hijo.
--sí, pero con una condición. Le tienes que decir a ese padre –señala a Cruz—que sólo la harás si te la da él.
A Danielito le ha caído muy bien Cruz así que no lo duda. Sale corriendo tras él que se mete en la sacristía.
--señor cura…
Cruz tiembla al hablar con su hijo pero no lo puede rechazar. En cuclillas, es cariñoso.
--Te llamas Danielito ¿verdad?
--Sí, Daniel Manuel Montesinos.
A Cruz le duele el Manuel, es como la marca que ese niño es un De La Colina. Cruz no sabe qué decirle al niño.
--Mi mamá nunca quiso que hiciera la comunión.
--¿Y tú quieres hacer la comunión? –Cruz cariñoso.
--¡sí, sí me la da usted sí¡
--bueno y no te gustaría que fuera el cura que te dio el bautismo?
--¡no me gustas más tu¡
Cruz le sonríe. Denise está en la puerta. Cruz siente a la mujer y eso le angustia. Ese mujer es una amenaza para él.
--Supongo que no le va a negar la comunión a mi hijo… Ya tenía cinco años cuando lo bautizamos ya que ni mi esposo ni yo somos creyentes pero Victoria quiso hacer su confirmación y el bautizo de mi hijo, seguro que a Victoria le gustará encargarse de la comunión de mi hijo. Será ella la que venga a hablar con usted.
Eso tranquiliza a Cruz.
--por favor –suplica el niño.
Eso calma a Cruz, no tendrá que tratar con Denise.
--está bien aunque no estamos en temporadas de comuniones…
--eso no nos importa…
--si pero es que la catequesis colectiva no comienzan hasta…
Denise lo interrumpe:
--¿No podría darle ustedes clases privadas de catequesis, yo pagaría lo que fuera…
--¡¡si, por favor¡ ¡¡yo quiero que usted sea mi profe¡
Denise se acerca al oído y le dice:
--no le puedes negar esto a tu hijo…
--De acuerdo.
Danielito abraza al sacerdote. Tiene una conexión especial con él. Cruz tiembla y Denise está feliz porque lo que quiere es que Cruz se encariñe con su hijo.

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