viernes, 27 de mayo de 2011

Capitulo 19



Para Demetrio su padre es un santo y no está dispuesto a que Jose siga hablando, no quiere escucharlo.
--¡¡lo que estás insinuando es muy cochino¡ ¡¡mi padre jamás haría eso¡
--¡¡Pues lo hizo y fue…¡¡
Jose no puede decir nada porque Demetrio se le tira encima.
--¡te voy a matar, te voy a matar¡
Jose en el piso y Demetrio encima de él golpeándolo sin piedad. Si no fuera porque llega gente al baño y los separa Demetrio estaba dispuesto a matarlo. Jose está herido. Lo ayudan a sujetarlo. Demetrio es sujetado por varios hombres.
--¡¡que no te vuelva a ver¡ ¡¡si te veo te mato¡
A Jose le duele mucho el desprecio de ese hombre y es que al igual que para su esposa, pero por motivos diferentes, esa familia es muy especial para él. Sus hombres. Y eso que no sabe que Mac es uno de ellos. Los hombres ayudan a Jose. Saben que esas familias se odian así que no se sorprenden de la pelea y prefieren no meterse.

Rubén y Constitución, muy cariñosos, pasean por la hacienda.
--gracias por estar aquí conmigo. Te necesito mucho.
--Bueno, es un lugar bonito.
Pero lo dice por decir, tiene mala cara. No le gusta. Rubén sonríe.
--sé que no te gusta. No hace falta que mientas.
Pasean tomados de la mano. Se ven muy enamorados. Se acarician las manos.
--a ti también te gusta más la ciudad.
Él sonríe. La mira. La besa. Es un beso dulce. Suave.
--tienes razón, pero ahora mi familia me necesita y quiero estar con ellos.
Rubén no le quiere hablar de todos los secretos de su familia. No quiere contar el secreto de su hermano Joaquín, le da demasiada vergüenza que su amada sepa que uno de sus hermanos lo ama. Esther los contempla a lo lejos con lágrimas en los ojos. Sergio se le acerca por detrás.
--Así es cómo vas a vivir el resto de tu vida, ¿espiando a tu madre y a su marido?
Esther se enoja con el capataz.
--¡maldito negro, que susto me has dado¡
Él es muy cariñoso con ella, saca un trapo para secar las lágrimas de la joven que lo desprecio.
--¡no eres más que un sucio sirviente¡ ¡¡déjame en paz¡
Sergio quiere a la buena a la chica y le duele que lo trate más pero es paciente con ella, quiere demostrarle que él va en serio y está dispuesto a esperarla.
--Cuando te canses de espiar a tu madre, cuando te des cuenta que ellos se aman yo te estaré esperando.
El hombre es muy cariñoso pero ella está furiosa.
--¡nunca, jamás¡
Aunque le duele como la trata. En el fondo lo excita. Se muestra coqueto.
--ya que te gusta tanto espiar pues me puedes espiar a mi, ahora voy a bañarme al río.
Se acerca a ella. Le mira con cara de pícaro y dice:
--me baño desnudo.
Ella lo bofetea.
--¡¡eres un patán¡ ¡¡¿qué te has creído yo que soy?¡
Él le acaricia el pelo:
--una chica muy bonita pero sola y amargada y por lo que veo le gusta espiar a los demás –dice señalando a Caridad y Rubén que se besan apasionadamente.
Él se va divertido y ella se queda furiosa. Llora. Le duele el amor de su madre y su guapo y joven padrastro. A Caridad se le rompe el tacón. Rubén se ríe. Ella se enfada.
--¡no le veo la gracia¡
--Es que sólo a ti se te ocurre venir al campo con esos tacones.
Rubén ayuda a su esposa a sentarse en un tronco cortado.
--¿no me voy a caer? –dice ella insegura.
--No, lo tenemos para que la gente se siente.
Rubén es muy cariñoso con ella.
--espera aquí, ahora te traigo calzado más apropiado.
Caridad se queda protestando y Rubén se va divertido. Va corriendo pero se retiene a ver a Esther. La ve llorando. Ella al verlo se va corriendo pero él la atrapa.
--¿¿qué te pasa?
--¡déjame en paz¡
Él se muestra muy preocupado.
--¡No te voy a soltar hasta que me digas lo que te ocurre¡
Están tan cerca. La joven desea tanto esos labios.
--suéltame –le suplica.
Esther ama a ese hombre, ama al esposo de su madre y no cree poder estar mucho rato cerca de ese chico tan guapo sin besarlo. Se muestra atormentada y eso le duele a Rubén.
--voy a avisar a tu madre.
--¡no¡¡no lo hagas¡
Ella se muestra nerviosa. No quiere tener que dar explicaciones de lo que le ocurre a nadie y menos a su madre. Rubén acaricia los rubios cabellos de ella. Es muy fraternal y eso a ella le hace daño.
--¿porqué lloras?
Esther se da cuenta que le tiene que inventar algo así que dice:
--rompí con mi novio.
--No sabía que tenías novio.
Esther se aparta de él.
--¡no es cosa tuya¡
Pero él la ve mal y se preocupa.
--te dejó...?
--lo dejé yo...

Rubén sonríe
--fue por mi.. –dice cariñoso.
Esther está muy sorprendida. No esperaba que su padrastro supiera de sus sentimientos. Ella agacha la cabeza y dice:
--si...
Esther espera que Rubén la regañe pero el chico se pone contento.
--¡pero es maravilloso..¡
--no, no lo es.. Eres el esposo de mi madre –dice ella atormentada.
--Pero te amo a ti.
Rubén la estrecha entre sus brazos y la besa ardientemente.

--¡Esther¡¿qué te ocurre?
--¿¿qué como?
Esther está algo aturdida. Rubén sonríe.
--Me estabas contando que dejaste a tu novio y de repente parece que estuvieras soñando.
Esther llora por dentro. Se ha imaginado que Rubén sabía de sus sentimientos, la correspondía y la besaba. Esther se va llorando y Rubén se queda preocupado pero no imagina que él es el culpable del sufrimiento de su joven hijastra.





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